martes, 13 de noviembre de 2012

LA NIÑA QUE MURIÓ DOS VECES





Esta tarde voy a jugar con Ellie – le dijo Eleanor Franks, de 7 años, a su madre-.  Tiene un perro tan bonito y talvez lo traiga también.  Se lo regalaron cuando cumplió 9 años. Ojalá alguien me hubiera dado uno como ese…

La señora Lydia Franks intentó hablar, pero no pudo.  Permaneció en silencio, meditabunda.  Por casi dos meses su hija había estado totalmente centrada  en su amistad con una misteriosa Ellie, a quien nadie en Montcalm Drive (Chicago), había visto ni oído nombrar jamás..

-Sé que los niños tiene amigos imaginarios-  le había comentado semanas antes Lydia Frank a su marido Patrick-, pero esto se está volviendo ridículo.  Me pregunto si debo hablar con el Dr. Bellinguer.

COMPROBACIÓN

Repentinamente, lo que había sido considerado como una fantasía infantil se convirtió en algo diferente.  Una mañana Eleanor llevó a su madre a su dormitorio.

-Ellie guarda sus juguetes en ese estante-dijo la niña, indicando una puerta cerrada.

En ese momento la puerta se abrió y cayeron los juguetes.  Fue la primera indicación de que Eleanor había hecho amistad con un fantasma…el espectro de una niña que había vivido en la casa exactamente un siglo antes.

Aunque nadie más que Eleanor podía ver a su amiga fantasma, pronto se familiarizaron con su aspecto, pelo rubio, ojos azules y los dientes delanteros un tanto separados.

Un día, Eleanor le dijo a su padre:  -El papá de Ellie está muy molesto con el Sr. Monroe y lo que está haciendo con los esclavos.  Eleanor no tenía ni idea de quién era el señor Monroe, pero en realidad fue el presidente de los Estados Unidos desde 1817 hasta 1825.

Una mañana de Julio de 1920, Patrick y Lydia Franks despertaron como a las 7 de la mañana al oír que su hija lloraba desconsolada.  Rápidamente fueron a su dormitorio y encontraron a la niña tendida en su cama desesperada.

INCENDIO

- Ellie ha muerto- dijo sollozando.

-Murió en un incendio.  Traté de despertar a su familia, pero nadie me oyó hasta que fue demasiado tarde.  La vi envuelta en llamas…Fue horrible.  Ella lloraba y trataba de escapar de las llamas, pero cada vez eran más grandes hasta que la envolvieron…

Durante varios días Eleanor no pudo ir al colegio.  Llamaron al médico de la familia, quien diagnosticó un shock agudo, que necesitaba cuidado y reposo por el resto de la semana.

- Es como si hubiera soportado una prueba física extrema-, dijo. –Debo confesar que este caso es un misterio para mí.
Despues de esto, Eleanor no volvió a hablar de su amiga Ellie.  Pero este no fue el fin de la historia.

Meses más tarde, la señora Franks recibió una copia de un diario de hacía 100 años, que hablaba sobre un incendio fatal que había ocurrido en Montcalm Drive.

Una niña de 9 años había muerto quemada en ese incendio que se produjo al caer una vela en su cama.  Cuando la familia despertó con los gritos de la niña, ya era demasiado tarde y no se pudo controlar el incendio.  El nombre de la víctima fatal era Ellie St. Clair.  Murió una mañana de julio de 1820, justo 100 años antes del día en que Eleanor Franks sollozaba contando la historia de la muerte de su amiga a sus padres…

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